Lumbago: ¿qué hacer?
El lumbago es una afección muy extendida que puede ocurrir de forma repentina y afectar significativamente la vida cotidiana de los afectados. El siguiente artículo destaca las causas, los síntomas y las opciones de tratamiento de esta dolorosa afección. Con una combinación de medidas inmediatas, terapia dirigida y ejercicios preventivos, los afectados no solo pueden encontrar alivio, sino también prevenir la recurrencia. Obtenga más información sobre los métodos eficaces para tratar el lumbago y sobre cómo los enfoques modernos, como los sistemas ReLounge, pueden ayudar a fortalecer los músculos de la espalda.
¿Qué es el lumbago?

El lumbago, también conocido como lumbago o dolor lumbar agudo, es una afección común y dolorosa que afecta a alrededor del 60 al 80% de la población al menos una vez en la vida. Esto provoca un dolor intenso y repentino en la parte inferior de la espalda, que puede extenderse a las nalgas, los muslos o incluso la pierna. En la mayoría de los casos, el lumbago es causado por una sobrecarga o una carga incorrecta sobre los músculos y las pequeñas articulaciones vertebrales (articulaciones facetarias) de la región lumbar.
El dolor a menudo se produce al levantar cargas pesadas, pero también después de una postura desfavorable prolongada (por ejemplo, encorvado) o de un movimiento brusco e incorrecto. Otros factores de riesgo incluyen el estrés físico unilateral, la falta de ejercicio, el estrés, el tabaquismo, el sobrepeso y la edad avanzada.
El lumbago puede limitar gravemente la calidad de vida de los afectados durante días o semanas. Según el estudio sobre la carga mundial de morbilidad de 2019, el dolor de espalda es una de las causas más comunes de discapacidad relacionada con la enfermedad. Por lo tanto, el tratamiento eficaz de esta dolencia generalizada es de gran importancia.
Causas y factores de riesgo del lumbago
La columna lumbar es una sección de la columna vertebral particularmente estresada y móvil. Debe soportar y estabilizar todo el peso de la parte superior del cuerpo. Hacer un esfuerzo excesivo o lesionar esta área sensible puede provocar un dolor muy intenso.
Los desencadenantes típicos incluyen:
- Movimientos incorrectos o espasmódicos: girar, doblarse o estirarse repentinamente puede bloquear las pequeñas facetas de las articulaciones o estirar demasiado los ligamentos y los músculos.
- Levantar o transportar cargas pesadas: levantar y transportar cargas pesadas supone una carga pesada para la columna vertebral. En particular, el riesgo de lumbago aumenta cuando se tuerce la postura.
- Sentarse en una posición doblada durante largos períodos de tiempo: una posición curva para sentarse cansa los músculos de la espalda y provoca tensión.
- Falta de ejercicio y carga unilateral: la falta de fortalecimiento y estiramiento de los músculos de la espalda promueve las lesiones. Los movimientos unilaterales o repetitivos también pueden provocar lumbago.
Otros factores de riesgo incluyen:
- Sobrepeso: la obesidad aumenta la carga sobre la columna vertebral.
- Tabaquismo: la nicotina contrae los vasos sanguíneos y restringe el flujo de sangre a los discos intervertebrales.
- Estrés: El estrés psicológico puede provocar tensión muscular.
- Edad: El desgaste de las articulaciones, los discos intervertebrales y los músculos aumenta a medida que envejecemos.
- Genética: la debilidad hereditaria del tejido conectivo puede aumentar el riesgo de daño del disco intervertebral.
¿Qué ayuda con el lumbago?
Al primer signo de lumbago, los afectados deben mantener la calma. En la mayoría de los casos, los síntomas desaparecen por sí solos. Las siguientes medidas inmediatas pueden proporcionar alivio:
- Adopte una posición suave: una posición de espalda estable con las rodillas dobladas o una posición embrionaria (posición lateral con las piernas levantadas) alivian la columna lumbar.
- Terapia de calor o frío: el calor alivia el dolor agudo al relajar los músculos. El frío inhibe la inflamación y la hinchazón. El hecho de que el calor o el frío ayuden mejor varía de una persona a otra.
- Tome analgésicos: los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE), como el dexketoprofeno, el ibuprofeno o el diclofenaco, bloquean la transmisión del dolor en el cuerpo y reducen la inflamación. En estudios, el dexketoprofeno muestra un alivio del dolor particularmente rápido y duradero.
Si los síntomas persisten durante más de tres días o si se presentan síntomas de parálisis, se debe consultar a un médico de inmediato.
¿Cuánto dura el lumbago?

Los síntomas del lumbago suelen desaparecer después de unos días o semanas. Con un tratamiento adecuado, a menudo se puede observar un alivio del dolor después de solo 2 a 4 días.
Los siguientes factores influyen en la duración de un lumbago:
- Gravedad de la lesión: ¿se trata solo de un simple espasmo muscular o hay una obstrucción más grave?
- Tratamiento oportuno: cuanto antes comience con protección, calor y fisioterapia dirigida, más rápido desaparecerán los síntomas.
- Comorbilidades: la regeneración puede retrasarse en el caso de enfermedades subyacentes como la osteoporosis o la artrosis.
- Edad y constitución: las personas mayores tienden a tardar más en curarse.
Si el dolor y las restricciones de movimiento más intensos persisten durante más de 1 semana o si las recaídas ocurren repetidamente, se debe consultar al médico tratante.
En general, el lumbago dura entre cuatro y seis semanas en más del 80% de los casos. En el 5-15%, el síndrome de dolor crónico se desarrolla como resultado de una terapia inadecuada. El diagnóstico precoz y el tratamiento adecuado son aún más importantes.
Diagnóstico de lumbago
Para diagnosticar el lumbago, se realiza un examen clínico que incluye un examen de los síntomas y la palpación de la zona dolorida.
Para la evaluación del dolor se pueden utilizar escalas de dolor estandarizadas, como la escala analógica visual (VAS) o la escala de valoración numérica (NRS). Estas asignan la intensidad del dolor sentido subjetivamente a un número entre 0 (sin dolor) y 10 (el dolor más fuerte que se pueda imaginar).
Por lo general, las técnicas de diagnóstico por imágenes adicionales, como las radiografías o la resonancia magnética, solo se utilizan para el dolor de espalda prolongado (> de 4 a 6 semanas), si se sospecha la presencia de una hernia de disco intervertebral o antes de procedimientos invasivos planificados. Se utilizan para descartar otras posibles causas de dolor, como la artrosis, la osteoporosis o los tumores.
Lumbago versus dolor ciático: síntomas y diferencias

A primera vista, el lumbago y la ciática pueden causar síntomas muy similares, pero existen diferencias clave:
- Lumbago: el dolor aparece repentinamente en la región lumbar y, por lo general, no se irradia más. La causa suele ser la tensión o inflamación muscular.
- Ciática: es una irritación o constricción del nervio ciático. El dolor se extiende desde la parte inferior de la espalda hasta las nalgas y desde los muslos hasta el pie. Se pueden presentar entumecimiento y signos de parálisis.
- Combinación: más raramente, también existe una forma mixta en la que el lumbago también se asocia con la irritación del nervio ciático. Esto se conoce como ciática lumbar.
Distinción de una hernia de disco intervertebral
Al contrario de lo que se suele suponer, el lumbago es muy raramente una hernia de disco intervertebral. Esto se manifiesta por otros síntomas:
- Dolor intenso y ardiente que se irradia a la pierna
- Trastornos sensoriales y hormigueo en las piernas
- Entumecimiento alrededor del ano y el área genital
- trastornos de la vejiga o el recto
Si se sospecha una hernia de disco intervertebral, es necesario realizar más exámenes, como una resonancia magnética. Sin embargo, el lumbago suele ser inofensivo y desaparece por sí solo.
Opciones de tratamiento para el lumbago agudo y crónico
Si no hay una enfermedad subyacente grave, la opción es una terapia conservadora con moderación, medicación y fisioterapia. Se pueden utilizar otros procedimientos complementarios para el dolor de espalda crónico:
- Medicamentos: Los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE), los relajantes musculares y los opioides débiles reducen la inflamación y bloquean la transmisión del dolor.
- Terapia de inyección: las inyecciones de cortisona o narcóticos en las articulaciones facetarias, las inserciones musculares o la epidural pueden mejorar significativamente los síntomas a corto plazo en caso de irritación nerviosa o hernias de los discos intervertebrales.
- Fisioterapia: la terapia manual, la fisioterapia, la terapia de calor y frío y la electroterapia ayudan a aliviar la tensión y a fortalecer los músculos centrales de manera específica.
- Cirugía ortopédica: si hay un desgaste avanzado del disco intervertebral, una compresión nerviosa grave o inestabilidad de la columna vertebral, puede ser necesaria una cirugía.
Para los pacientes que padecen síntomas de lumbago particularmente graves o crónicos, también se pueden considerar otros métodos de tratamiento:
terapias de inyección
Las inyecciones dirigidas pueden aliviar las irritaciones nerviosas persistentes:
- inyecciones en las articulaciones facetarias con anestésicos locales y cortisona
- Inyecciones en el punto de activación en áreas musculares tensas
- Inyecciones epidurales para discos intervertebrales herniados
acupuntura
Al estimular puntos de acupuntura específicos, se deben liberar las obstrucciones y estimular la circulación sanguínea. Los estudios muestran resultados contradictorios en este caso, pero los pacientes a menudo informan que alivian el dolor.
Terapia operatoria
La cirugía puede ser necesaria para el desgaste avanzado del disco intervertebral, la inestabilidad o las compresiones nerviosas graves. Entre las posibles intervenciones se incluyen las siguientes:
- microdiscectomía: eliminación de la presión tisular causada por discos intervertebrales herniados
- espondilodesis: endurecimiento de las articulaciones vertebrales inestables debido a los implantes
- Prótesis de disco intervertebral: reemplazo de un disco intervertebral gravemente dañado
Los beneficios de las posibles operaciones deben sopesarse cuidadosamente frente a los riesgos. Las medidas conservadoras a menudo pueden aliviar los síntomas incluso sin intervención.
A la hora de elegir la terapia más adecuada, los afectados siempre deben consultar a un especialista con experiencia. La medicina moderna y la formación específica ofrecen hoy en día medios eficaces para tratar con éxito incluso los casos graves de lumbago.
Fisioterapia y ejercicios para el lumbago
Los ejercicios especiales de fortalecimiento y estiramiento son un pilar importante de la terapia conservadora. Bajo la guía de fisioterapeutas y entrenadores experimentados, estos ejercicios se pueden adaptar específicamente a las necesidades individuales.
- Al estirar los flexores de la cadera, las nalgas y los músculos de la parte posterior del muslo, se aflojan las adherencias y la tensión. Mejoran la movilidad de la parte inferior de la espalda.
- Los ejercicios de fortalecimiento de los músculos centrales profundos estabilizan la columna lumbar y previenen más lesiones. Los entrenadores musculares de espalda ReLounge se utilizan a menudo aquí.
- Los ejercicios de coordinación entrenan el movimiento y la postura favorables a la espalda.
- El entrenamiento de resistencia, como caminar, nadar o andar en bicicleta, fortalece suavemente los músculos y estimula la circulación sanguínea.
El entrenamiento específico de los músculos del tronco y la espalda es muy importante para acelerar la recuperación después del lumbago y reducir el riesgo de síntomas adicionales.
Recomendaciones dietéticas y suplementos para el lumbago
Además del ejercicio y la fisioterapia, la nutrición también desempeña un papel importante en la salud y la regeneración de la columna vertebral después del lumbago.
Una dieta equilibrada con muchas vitaminas, minerales y oligoelementos ayuda a construir y mantener los huesos, los músculos, los ligamentos y los discos intervertebrales. El calcio y la vitamina D son particularmente importantes para la estabilidad de los huesos e incluso pueden prevenir la osteoporosis.
También es fundamental una hidratación suficiente para que los discos intervertebrales permanezcan hidratados y conserven su efecto amortiguador. Se recomiendan 2-3 litros de agua o té sin azúcar al día.
Los alimentos antiinflamatorios como los ácidos grasos omega-3, el jengibre, la cúrcuma, el ajo o las bayas tienen un efecto positivo en los dolores musculares, la hinchazón y el dolor. Pueden acelerar la recuperación.
Si es necesario, los suplementos dietéticos como el magnesio, el calcio, la vitamina D3 o los péptidos de colágeno pueden compensar la deficiencia. Sin embargo, solo deben tomarse después de consultar con un médico o nutricionista.
Una dieta balanceada rica en vitaminas con muchas frutas, verduras, granos integrales y proteínas magras es la mejor base para un estilo de vida saludable para la espalda. A través de una alimentación e hidratación conscientes, todo el mundo puede contribuir de manera importante a fortalecer los músculos, los ligamentos y los huesos.
Terapias alternativas y complementarias
Existen varios enfoques de tratamiento complementarios para apoyar el tratamiento convencional del dolor:
- Acupuntura: La estimulación dirigida de los puntos de acupuntura debería reducir el dolor y la tensión.
- Quiroterapia: las técnicas de manipulación dirigida están destinadas a movilizar los nervios y las articulaciones pellizcados.
- Los masajes con calor o aceites herbales relajan los músculos y promueven el flujo de sangre a la región dolorida.
- Terapia conductual: ayuda a los pacientes con dolor crónico a controlar mejor sus miedos y temores y a no caer en un círculo vicioso de postura y depresión.
Si bien la situación del estudio es variada, muchos pacientes informan que estas terapias han aliviado sus síntomas. Por lo tanto, pueden tenerse en cuenta cuando la medicina convencional alcance sus límites.
Salud mental y manejo del estrés en casos de lumbago

Dado que el estrés psicológico es uno de los factores de riesgo para el desarrollo del lumbago, la relajación y el manejo del estrés juegan un papel importante en el tratamiento.
La tensión crónica debida al estrés emocional promueve una mala postura y la sobrecarga de los músculos de la espalda. Esto puede resultar en un círculo vicioso de dolor y tensión.
Para evitar esto, se han probado las siguientes medidas:
Las técnicas de atención plena y meditación, como el yoga, el entrenamiento autógeno o la relajación muscular progresiva, disminuyen la respuesta al estrés físico y liberan la tensión muscular. Los descansos regulares y la relajación consciente deben integrarse en la vida diaria.
Una higiene del sueño saludable con suficiente sueño es esencial para que el cuerpo y la mente puedan regenerarse. La falta de sueño aumenta la percepción del dolor.
El apoyo social y emocional de la familia, los amigos o los grupos de autoayuda alivia los estados de ánimo depresivos y la ansiedad. Los afectados deben hablar sobre sus síntomas y no aislarse.
La terapia conductual puede ayudar a los pacientes con dolor crónico a superar las trampas del estrés mental, como la catástrofe o la impotencia. El objetivo aquí es establecer patrones de pensamiento realistas y positivos.
Al centrarse en la resiliencia psicológica y la atención plena, los afectados pueden afrontar mejor los desafíos físicos y emocionales de un lumbago. La prevención del estrés y la angustia emocional debe ser una parte integral del plan de tratamiento.
Prevenir el lumbago
Dado que el lumbago es a menudo causado por cargas incorrectas en la columna lumbar, la prevención juega un papel importante. Las siguientes medidas pueden ayudar:
- Ergonomía en el trabajo: la corrección de la postura al sentarse, los escritorios de pie, las sillas ergonómicas o los entrenadores de discos intervertebrales, como los de ReLounge, proporcionan un alivio duradero para la columna vertebral.
- Levantamiento y transporte de la columna vertebral: mantenga las cargas cerca de su cuerpo y descanse sobre una columna recta. Use medios auxiliares, como camiones con sacos, para cargas pesadas.
- Ejercicio regular: los deportes de resistencia como nadar, caminar o andar en bicicleta fortalecen suavemente los músculos centrales. El yoga y el pilates también mejoran la postura y la movilidad.
- Reducción del estrés y relajación: el estrés aumenta la tensión muscular y puede provocar dolor. Los descansos regulares, la meditación o el entrenamiento autógeno pueden ayudar.
Aunque el lumbago es difícil de evitar, el riesgo se puede reducir significativamente mediante una conciencia corporal consciente y un estilo de vida respetuoso con la espalda.
Medidas ergonómicas en la vida cotidiana para prevenir el lumbago
Muchos casos de lumbago podrían prevenirse si se prestara más atención a la ergonomía respetuosa con la espalda en la vida cotidiana y en el trabajo. Los siguientes consejos pueden reducir el riesgo de cargas incorrectas:
Diseño ergonómico del lugar de trabajo
- Escritorio y silla ajustables en altura para optimizar la postura al sentarse
- Espacio suficiente para las piernas debajo del escritorio
- Coloque la pantalla a la altura de los ojos
- Escritorio de pie para alternar entre estar sentado y de pie
Levantamiento y transporte de la columna vertebral
- Mantenga las cargas cerca de su cuerpo y levántelas solo con la espalda recta
- Arrodíllese al destetar, no doble la espalda
- Transporte de cargas pesadas con ayudas como camiones de sacos
Haga que las actividades diarias sean cómodas para la espalda
- Párese cerca de la superficie de trabajo cuando limpie y cocine
- Levanta y alterna una pierna al cepillarte los dientes y maquillarte
- Transporta bolsa/mochila alternativamente en ambos hombros
Mediante una conciencia corporal consciente, descansos regulares y movimientos favorables a la espalda, se pueden eliminar muchos de los efectos desencadenantes del lumbago. Los productos ReLounge ayudan a desarrollar músculos de la espalda estables y resistentes.
Lumbago: ¿cuándo consultar a un médico?
Aunque la mayoría de los casos de lumbago son inofensivos, hay situaciones en las que se necesita urgentemente el consejo médico:
- Dolor persistente o que empeora a pesar de 48 horas de protección y uso de calor, frío y analgésicos
- Exposición de dolor en la pierna asociado con hormigueo, entumecimiento o signos de parálisis
- problemas para vaciar la vejiga o los intestinos
- sensación general de malestar, fiebre o pérdida de peso
- dolor provocado por movimientos simples como estornudar o toser
- Lesiones, cirugías u otras afecciones previas de la columna lumbar
Estos síntomas pueden indicar complicaciones como una hernia de disco, irritación de las raíces nerviosas o incluso una infección de la columna vertebral.
También se debe buscar consejo médico para las personas con problemas crónicos de espalda para quienes el dolor no desaparece después de cuatro a seis semanas como máximo. Las posibles razones de esto incluyen el desgaste avanzado, la osteoporosis o incluso factores psicológicos.
El diagnóstico precoz por parte de un ortopedista o neurólogo permite iniciar una terapia dirigida y evita que los síntomas se conviertan en un síndrome de dolor crónico.
Los sistemas relounge como ayuda eficaz en caso de lumbago
El lumbago es una enfermedad muy extendida que puede restringir gravemente la vida diaria de los afectados. Afortunadamente, suele ser una tensión muscular inofensiva que se puede tratar bien con las medidas adecuadas.
Los innovadores sistemas de ReLounge pueden brindar un apoyo efectivo en este sentido: la combinación de masaje, desarrollo muscular y fortalecimiento específicamente relaja, fortalece y estabiliza los músculos de la espalda.
A diferencia de los equipos de entrenamiento convencionales, el sistema ReLounge ahorra mucho tiempo, es fácil de usar y es sostenible. Los efectos positivos y los beneficios para los afectados ya han sido confirmados por fisioterapeutas, preparadores físicos y proveedores de bienestar.
Por lo tanto, para los particulares, pero también para los terapeutas y los proveedores de atención médica, los sistemas ReLounge son una inversión recomendada. Ayudan a aliviar los síntomas agudos y a prevenir nuevas inyecciones de brujas a largo plazo mediante una formación específica.